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martes, 8 de febrero de 2022

Orozco el embalsamador (Documental 2001)

En un blog dedicado a la cultura y la música oscura, creo que este tipo de publicaciones son apropiadas porque a pesar de que el material que voy a reseñar es extremo, no es apto para todxs y me sorprende sobremanera que esté en Youtube, es algo que sirve como reflexión. Un empaque, una envoltura profanada que se diluye en el tiempo eso es lo que somos, solo quedan las huellas de nuestros actos malos o buenos, pero los actos ante la inmensidad del universo también desaparecen.

Lo reseño porque me tocó ver esto de cerca, personalmente yo viví por una zona cercana que muestra este documental en los noventas, una zona céntrica de la ciudad de Bogotá que fue demolida para construir un gran parque que hoy en día abarca de unas ocho a diez manzanas aproximadamente. En la época que presté servicio militar hacíamos servicios como recreación con niños de escuelas en la antigua zona deprimida del cartucho, un lugar de un surrealismo brutal. La miseria sometía a la esperanza mientras que le sonreía con su boca desdentada. Uno podía contemplar la transformación de una inocente chica a causa de las drogas en cuestión de semanas en un ser irreconocible. Redes de microtráfico peleando por la zona, mujeres dispuestas a vender su cuerpo por una dosis de bazuco (pasta de coca), cuerpos inertes que aparecían con los primeros rayos de sol sobre el asfalto eran el pan de cada día.

Este documental fue dirigido por el japonés Tsurisaki Klyotaka un reportero gráfico de Nota roja entre 1996 y 1998. Gira en torno a Froilán Orozco un humilde embalsamador que se gana la vida preparando los cuerpos de personas de bajos recursos en una humilde funeraria llamada “El divino rostro” en el desaparecido barrio Santa Inés al lado del instituto de medicina legal. A pesar de lo sencillo de la filmación, no sé quién fue el encargado de musicalizar el material, el caso es que esa melodía de piano que inicia la cancíon “Mírame“ de Richie Ray secuenciada de una manera obsesiva oscurece la atmósfera del documental. Todo se desarrolla en la época del auge de los paramilitares, la tomas guerrilleras y ese punto geográfico en Bogotá sintetizaba muy bien la violencia y la impunidad de un país como Colombia.

La persona que subió este video en su canal de Youtube parece ser alguien interesado en medicina forense o tal vez tanatopraxia, pues su canal tiene este tipo de contenidos. El documental impacta no solo por las imágenes de disección y preparación de cadáveres reales, sino también por el entorno. La forma como Orozco algunas veces junto a su aprendiz en unas condiciones bastante humildes trabaja en esa especie de cuarto de no más de seis metros cuadrados para arreglar a sus muertos. Hay cosas interesantes que a veces se pierden porque obviamente el audio es precario (sin micrófonos, solo el de la cámara) en el que se hablan de cosas como por ejemplo el costo de la preparación de un cuerpo en una funeraria como La Gaviria, que es una de las más reconocidas en la ciudad, en la que cobran ocho veces lo que cobra Froilán Orozco haciendo el mismo procedimiento en esa zona marginal de la ciudad. Lavar las vísceras, impregnarlas con medio frasco de formol para así retrasar el proceso de descomposición. Meterlas en el cuerpo y rellenar este con trapo para cubrir los vacíos y que se vea lo más natural posible, coser con hilo que parece ser de cáñamo. Peinarlos, afeitarlo si es hombre, maquillarla torpemente con unas sombras baratas si es mujer y de paso cubrir las heridas, hematomas y suturas que hayan en la cabeza. La rutina de preparar los difuntos a veces los hace ver como trabajadores de ebanistería. Se hacen tomas de las herramientas rudimentarias del embalsamador quien a pesar de trabajar en condiciones precarias procura ser honesto con su trabajo, declarando que hay gente que hace el trabajo a medias, provocando que el cuerpo se corrompa más rápido en los velorios. En muchas escenas aunque tiene su ayudante, Froilán Orozco trabaja solo ayudado por unas correas para poder él solo levantar los cuerpos y trasladarlos directamente al ataúd. Esta circunstancia terminará por agravar una hernia de la cual se encuentra en proceso de recuperación y terminará falleciendo durante la grabación del documental. Impacta también la frialdad cotidiana ante la muerte. Escenas alternas de cuerpos inertes en las calles de la ciudad y la curiosidad de los niños mirando con binoculares un levantamiento mientras juegan. El mundo sórdido y delirante de un consumidor de bazuco, un tipo díscolo trabajador de la zona hablando en un falso inglés para la cámara añade un toque de retorcido humor al documental. Recuerdo que de adolescente era natural pasar por la zona del San Bernardo y ver la gente velando sus muertos en la calle.

Terminé escribiendo también este documental, porque mirando por la red vi reseñas un tanto morbosas sobre este material, creo que lo ví con respeto y hallé algo muy humano en él, a pesar de lo grotesco que puede ser, a veces una cachetada de la realidad sienta bien en estos días plásticos. Obviamente sobra comentar que esto no es para todxs, son cosas para ver con respeto. Es muy probable que algo se aprenda, pero si usted  le afecta ver imágenes extremas absténgase de verlo. Esto no es gore, ni es una película snuff, es la verdad que aguarda en las calles en cualquier esquina, no solo de Bogotá sino de muchos lugares en América Latina.

En caso de que algún día lo retiren de Youtube, se puede conseguir por Soulseek. 

martes, 5 de noviembre de 2013

Instinct - Mindsearch (1990) / High tech soul (Documental)

Los grandes movimientos musicales siempre se han dado por grandes circunstancias sociales: en Alemania el kraut rock emergió en los 70 como una válvula de escape para los músicos estigmatizados por el resto del mundo por el simple hecho de ser de ese país. Siendo señalados como artistas nazis por una prensa europea y americana resentida por los prejuicios e  invadida por los fantasmas de la segunda guerra mundial. Estos músicos se lanzaron a una desesperada  búsqueda de crear un sonido propio,  alejándose de la propuesta hecha en Inglaterra y los Estados Unidos, mucho más experimental trasgresora.
Años más tarde el punk en Inglaterra nace como la más grande manifestación del “hágalo usted mismo” al ver que las grandes estrellas del rock le daban la espalda a su público, idolatrados, viviendo en mansiones y haciendo parte de la falsedad de los medios. El grito del punk hizo una huella  que haría cambiar la visión del rock  para siempre, dando voz y voto en el futuro a quienes parecían no tener oportunidad en la música, incluso personas como usted o como yo.
Al otro lado del océano, en Detroit (Estados Unidos) a comienzos de los 80, se gestó una  revolución sobrecogedora alimentada por las fábricas donde laboraba la clase media y baja, la ciencia ficción y la segregación racial. La población afroamericana vivía en los suburbios y las zonas industriales de la ciudad, mientras que la población blanca habitaba las zonas residenciales en las afueras. Con todo ese entorno,  los niños crecían viendo  a sus padres trabajando en las fábricas, cohabitando con máquinas y robots. Recordemos que Detroit es una de las principales ciudades  de la industria automotriz mundial;  aunque en este 2013 la ciudad ha pedido declarase  en quiebra.  El asunto es que estos niños al crecer se armarían de sintetizadores y cajas de ritmo, inspirados en escritores de ciencia ficción como Alvin Toffler  y bandas europeas como Kraftwerk, Human League o los adorados Depeche Mode, con la variante de incluir ese espíritu afro y obviamente ese sonido inherente en la sangre: funk, soul, jazz y blues, creando una de la propuestas más vitales dentro de la música electrónica: El Techno.
Es cuando todos esos desolados paisajes despreciados por la población blanca de fábricas abandonadas y maquinaria corroída, se tornan en un ambiente hermoso que comunica con galaxias lejanas de mano de la música. Obviamente el nombre surgió con la santísima trinidad de este sonido: Juan Atkins, el padrino, es de escucha obligada su obra en el proyecto  Cybotron y bajo el pseudónimo de Model  500. El señor Kevin Saunderson, prolífico productor y DJ  que fundó junto a Paris Grey un duo explosivo llamado Inner City a finales de los 80  que catapultó al mundo el vibrante sonido del Detroit Techno. Por último el maestro Derrick May, para muchos (y para mí también) el Miles Davis del techno, su discografía ha sido más bien poca pero podría sugerir un álbum doble llamado Innovator (1997) que compila grandes obras como Icon (Montage mix), Nude Photo o el super clásico “Strings of life”. Música que reconforta el espíritu y nos hace recordar que antes de la máquina está el espíritu en esta maldita sociedad autómata.  Tras ellos vino un ejército de personajes admirables entrados los 90. Y ya pertenecientes a esa segunda generación encontramos a Underground Resistance, un colectivo comandado por “Mad” Mike Banks, enfocado no solo en una postura cyberpunk sino también en  plasmar en sus discos manifiestos de igualdad social; al carajo ser estrellas, preferimos ser trabajadores musicales  y en nuestras naves espaciales sónicas viajar a través de lejanas galaxias donde algun dia tal vez podamos mirarnos como verdaderos hermanos. UR también ha fomentado la enseñanza a los niños de los suburbios en la música para alejarlos de la violencia. Quedan muchos nombres de grandes artistas en esta jungla electrónica para mencionar: Claude Young, Anthony “Shake” Shakir, Kenny Larkin, Jeff Mills, Robert Hood, Aux 88, Octave One, Instinct y un largo etcétera.
Me he extendido escribiendo acerca del tema así que debo aclarar dos cositas.
Primera, la idea inicial de esta entrada era postear este gran single perteneciente a la segunda generación del Detroit Techno, una joya un tanto desconocida pero amada por los seguidores de esta música, se trata de un proyecto llamado Instinct, pseudónimo de Joseph C Smith II, quien creó de verdad en tres cortes un viaje de ida y vuelta por el cosmos que me deja sin palabras. Este single fue prensado bajo el sello decisive records, fundado por el mismo señor Smith y bajo la producción de uno de los más grandes de esa segunda generación del Detroit Techno: Anthony “Shake “ Shakir, quien también ha trabajado con Derrick May y Aux 88. Aparte de este Mindsearch, Joseph C Smith II   prensó solo otros dos singles como Instinct: “Just a Feeling” en 1992 y “Take it E Z” en 1993.
Segunda, no lo tenía en mente pero como me extendí en el prólogo, comparto el documental llamado High Tech soul (subtitulado), que igual lo pueden descargar más fácil y en el formato que quieran con él A Tube cátcher, sería engorroso subirlo a un servidor por partes. Aquí se narra toda esta historia del Detroit Techno que acabo de resumir aquí. Con el ánimo de promover el genuino espíritu del sonido electrónico. Un documental muy humano con entrevistas a personajes como Jeff Mills, Richie Hawtin, Blake Baxter, Derrick May, Kevin Saunderson, Juan Atkins, Eddie Fowlkes, Carl Craig entre otros. Datos curiosos alrededor de la creación de los temas, de por qué el nombre del género, de porqué la importancia de los radio difusores honestos en pro de la buena música. (Electrifying Mojo), las contradicciones de la fama, el arriesgarlo todo por lo que se quiere. Gran material por lado y lado… Disfuten…
Track list:
1.   Mindsearch
2.   Catastrophe
3.   A groove