Agradecimientos a mi amigo y hermano Efrén Aguilera
Esta es
una historia inconclusa, pero es una historia honesta y más para estos tiempos
que como dijo un amigo: “entretener es lo mismo que confundir”. Los medios
sesgan, trituran, profanan conceptos, culturas y maneras de entender el
universo. La música electrónica para una persona promedio es el DJ y no sabe ni
aun habiendo toda la información ahí en la red que es algo que ya lleva
desarrollándose desde más de un siglo. Desde la época de la primera guerra
mundial en que el Cabaret Voltaire de Zurich daba un giro radical dotando de
absurdo el arte y la literatura mostrando en un espejo el absurdo de las
guerras, empezaron a desarrollarse formas de crear música de formas futuristas
como esos bizarros instrumentos llamados Intonarumoris en 1913 por el italiano Luigi
Russolo, que bandas como Aviador Dro de España o Einsturzende Neubauten de
Alemania homenajean en sus discos. El desarrollo de los sintetizadores
modulares a los sintetizadores digitales de hoy en día, la influencia del
Freejazz , el Krautrock, Kraftwerk y su revolucionaria manera de profanar la
estética del rock, personajes como el francés Pierre Henry o el norteamericano
John Cage, considerados aparte de padres de la música concreta, padres del
sampler. El dub jamaiquino de King Tubby, el synthpop europeo, Industrial, E.B.M
, House de chicago, Techno de Detroit, IDM, Ambient, Drum’n bass e.tc. Todo está compilado en este exquisito libro que ya lleva sus años rondando por
la red de manera libre escrito por el francés Aryel Kyrou y que toma fuente de
aquí y de allá, como una defensa del copyleft que bandas como los británicos KLF
en los 90 defendieron a costa de su muerte creativa. Un trepidante viaje
a manera de flashbacks que se disparan en la mente del lector. Nada que agregar,
solo que no puede dejarse de leer con voracidad… Disfrutenlo…