miércoles, 1 de mayo de 2019

Type O Negative - Circus Stockholm (1999)



Se cumplieron nueve años de su muerte el pasado 14 de Abril, fue en 2010 por una falla cardiaca (aneurisma de la aorta) y no pude terminar esta reseña en  Abril por cuestiones de trabajo. Así que algo atrasado con este post quiero recordar a un artista que en su carrera se esmeró por ser una especie de anti estrella. Un artista que con su talento  sobrenatural, su humor autocrítico, negro y a veces escatológico dejó un gran legado sonoro. Un artista que con su banda tendió un puente que en su momento muchos de mente cuadriculada (sí, yo también la tuve) no entendimos. Un puente entre ese sonido alternativo de culto (Curve, My bloody Valentine, Einsturzende Neubauten, Laibach) con el Metal y el Rock clásico (Black Sabbath, Deep Purple, Beatles). Pasaron años en mi caso para entender y atesorar el legado de Peter Steele y Type O Negative. Es una de esas bandas que aparecen en el mundo de una manera tan única como el paso de un cometa o una estrella a punto de colapsar. Los conocí en 1996 cuando compré Bloody Kisses (1993), pero debo decir que me costó asimilar el concepto. Esas canciones largas que parecían contener dentro de ellas otras canciones me costaban, así que los riffs densos y lentos me entraban en reversa. No conocía el concepto del Doom, si sabía de Black Sabbath pero no estaba familiarizado con ese sonido. Aparte de eso me parecía que esos temas lentos contrastaban mucho con esos otros temas que eran para un pogo asesino como Kill all the White people. No entendía el trasfondo de todo esto y se me hacía muy alejado de grupos de sonido gótico que solía o buscaba escuchar como Christian Death o Mephisto Walz. Aunque la voz de Peter me parecía impresionante me fastidiaba cuando mis amigos rockeros vieja guardia (o cerrada guardia) comentaban que Type O era la banda favorita de las nenas. Obviamente no ayudaba mucho ver que Peter posó desnudo para una revista erótica a mediados de los 90. Tampoco ayudaba mucho que la única canción que parecía  conocer la gente era Black N° 1 y la escuchaban hasta el hartazgo en las fiestas  y los bares. A veces los pseudo fanáticos del rock estropean todo y estúpidamente les perdí la pista aunque viera la genialidad de sencillos como Cinnamon Girl o Everything dies.  Tuvo que pasar tiempo, mucho tiempo, incluso tiempo tras la muerte de Peter en 2010. Un amigo entrañable se me acerca y me dice - ¿y porque no escuchas Type O Negative? Ponles cuidado, ellos hicieron cosas muy interesantes ¿has escuchado el cover de Neil Young (Cinnamon Girl)?. Yo le contesté: - “la verdad no me gustan…”  sin yo dar un argumento objetivo o ponerme a pensar el porqué. Tiempo después vi el video de Concrete de la banda electrónica Crystal Castles en la que la cantante Edith Frances aparece con una camiseta del single Christian Woman. Esto me hizo volver a escuchar un par de temas que tenía en compilados de ellos que si bien no los escuchaba seguido me gustaban. Eran Haunted en la banda sonora de la bruja de Blair y Wolf moon en un compilado de Rock y metal gótico del sello Nuclear Blast (ambos originalmente del álbum October Rust). En el fondo reconocía que tenían una naturaleza muy vanguardista y que habían cosas que en verdad me gustaban mucho como por ejemplo el manejo de los teclados y los samplers en sus canciones, los cuales generaban una atmósfera melancólica muy hermosa (Josh Silver) y que eso no lo había escuchado, por lo menos en ese estilo en ningún otro grupo.
El recurso creado accidentalmente por Tony Iommi de Black Sabbath  de bajar la afinación en la guitarra (en el caso de TON tono y medio debajo del 440) que hizo que las guitarras sonaran más monolíticas y oscuras era otro rasgo distintivo de la banda. En  Type O Negative hasta los feedbacks generaban tremenda tensión en las canciones y el simple hecho de deslizar el pick sobre las cuerdas para generar una atmósfera cortante sumado al talento como guitarrista del gran Kenny Hickey daba un sonido único a las composiciones.
Me puse a la tarea ya lejos de todo el rollo mediático en un momento en que la banda ya no era tan recordada como en sus días de gloria a empezar a redescubrir sus discos y con el paso del tiempo ha sucedido que Type O Negative se ha convertido en una de mis bandas favoritas de todos los tiempos, una epifanía espiritual, una extraña adicción que ha venido de menos a más hasta el punto de que en mi play list no puede faltar al menos un álbum de ellos. Música que a pesar de ser pesimista y negativa ayuda a brindar fortaleza en momentos difíciles. Música que me hace encontrar la belleza en una esperanza que se desvanece para después levantar la frente y seguir adelante. Ya dejando de lado sus videos con chistes escatológicos que no me gustan del todo como en Symphony for the devil y todo el rollo loco de esos años noventas, centrado únicamente en la música, el viaje es otro. Una intensa luz verdosa se abre paso entre la niebla de un bosque otoñal y si bien la banda se hizo famosa con sus letras que hacían referencia al erotismo desenfrenado y la visión sarcástica de la muerte en algún momento, había esa contra parte de letras enfocadas en la reflexión por la pérdida de seres queridos, las adicciones e incluso manifiestos contra políticas que benefician a seres que viven sin buscar luchar por algo en la vida y que les quitan la posibilidad de beneficio a otr@s que en verdad lo necesitan. Las contradicciones de esta sociedad que todo lo discrimina estuvo presente en muchos de sus temas también. La genialidad de Peter Steele se vió reflejada no solo en el impresionante rango vocal de su voz de bajo barítono (más de tres octavas) Podía cantar unos bajos imposibles como también gritar sin afectarse y hacer unos hermosos falsetes en modo shoegazer (Too late frozen). Un rango vocal, una voz privilegiada que se llevaba por delante y con todo respeto lo digo a muchos cantantes venerados hoy en día del mundo del Rock y del Metal. Tocaba el bajo como una guitarra más, creando originales  arreglos  en las canciones y aparte de ser el compositor, tras el álbum Bloody Kisses y la salida del baterista Sal Abruscato, Peter se puso a la tarea junto a Josh Silver de programar las baterías para los tres discos siguientes: October Rust (1997), World Coming down (1999) y Life is Killing me (2003), Johnny Kelly solo se limitó a ser baterista en los conciertos dados por la banda en esos años. Solo hasta Dead Again (2007) el canto de cisne de Type O Negative, Johnny grabó las baterías en estudio.

Este es un concierto dado por la banda en 1999 durante la gira de su álbum World Coming down, probablemente mi disco favorito de ellos, un disco muy duro de sacar pues estaban superando duros problemas de pérdidas personales y adicciones en ese momento. Su álbum para mi más Doom. Tremendas versiones de Pyretta Blaze y de la catatónica World coming down (tal vez mi canción favorita de Type O Negative). Un bootleg emocionante de principio a fín. ¿ha quedado claro cuánto me fascina esta banda? larga vida a la república de Vinlandia.
Tracklist:
1.   World coming down
2.   Christian woman
3.   Everything dies
4.   My girlfriend’s girlfriend
5.   Der Untermensch (Excerpt)
6.   Wolf moon
7.   Pyretta Blaze
8.   Black N° 1





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